En este momento estás viendo Reciplasa continúa modernizando sus instalaciones con túneles de fermentación para tratar la fracción orgánica

Reciplasa continúa modernizando sus instalaciones con túneles de fermentación para tratar la fracción orgánica

La empresa pública para la gestión de los residuos en la zona centro de la provincia de Castelló, Reciplasa, continúa modernizando sus instalaciones con túneles de FORS (Fracción Orgánica de Recogida Separada). La inversión de casi 9 millones de euros se enmarca dentro de la estrategia de adaptación de la planta a los estándares europeos más exigentes y la reducción del rechazo que llega al vertedero, proyectos a los que se destinarán más de 40 millones de euros, explica su presidente, Ignasi Garcia.

Con la instalación de los túneles de fermentación se complementarán las instalaciones para el proceso de transformación de la materia orgánica en bioestabilizado o compost, dependiendo del origen de la misma, es decir, que la recogida de esta fracción provenga de la recogida selectiva o no;  en las ciudades que conforman el Consorcio de Residuos C2, ya se está implantando la recogida separada de esta fracción, lo que implicará que la cantidad y la calidad del material recogido se verá incrementada con el paso de los meses. Por ello, “Actualmente, la planta produce una mayor cantidad de material bioestabilizado y, una vez en marcha la recogida selectiva de materia orgánica en toda el Área de Gestión, pasará a producir mayor cantidad de compost, un material aprovechable como abono de fondo y como sustituto parcial o total de fertilizantes químicos”, desgrana Garcia. Además, con esta actuación Reciplasa se acerca a uno de sus principales objetivos, añade, la reducción del rechazo que llega al vertedero.

El presidente de Reciplasa asegura que “queremos llegar al 2030 con solo el 10% de los rechazos procedentes del tratamiento de los residuos enviados al vertedero, tal y como marca Europa. Para lo cual, tenemos que cambiar la manera de consumir y debemos salir de la economía de usar y tirar y caminar hacia la economía circular” y añade que “teniendo en cuenta que la planta se construyó en 1998, son constantes las inversiones que estamos realizando para poder separar mejor y reducir aquello que acabará bajo de tierra”